viernes, 13 de febrero de 2015

"Fifty Shades of Shame — The Evolution of Pornography" By: Albert Mohler






Desde que las redes sociales han sido inundadas de temas acerca de la película "Fifty Shades of Grey",  sabía que este artículo de Albert Mohler llegaría. Como mujer cristiana, me llenó de preocupación el resultado que podría acarrear esta serie de libros (y mucho más la película), ya que fue escrito por una mujer y específicamente orientado para la población femenina. Siempre que sale a la luz un tema controversial y que afecta en gran manera a la Iglesia de Cristo, hay que escuchar (o leer) lo que Albert Mohler tiene que decir.  Hermanas cristianas, no dejen de orientarse acerca de las cosas que están afectando el mundo en que vivimos y seamos sal y luz en medio de esta sociedad torcida y perversa. 


"Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.  Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos". Mateo 5:13-16




El estreno de la película "Fifty Shades of Grey", programado para el día de San Valentín, es un evento mucho más importante y lamentable de lo que muchos cristianos puedan imaginarse. Lo que la película representa, es nada menos que la evolución de la pornografía en una era cada vez más distante de la visión bíblica de la sexualidad y la dignidad humana.

Una de las características de la cosmovisión cristiana es una afirmación de la unidad de lo trascendental - lo bueno, lo bello y lo verdadero. El cristianismo afirma - y exige - que lo bueno, lo bello y lo verdadero son en realidad uno, unidos en su fuente . La fuente de lo que es bueno, bello y verdadero no es otro que el mismo Dios, el único que es infinitamente bueno, bello y verdadero. Nuestro conocimiento mismo de la belleza , la bondad y la verdad son debido a los regalos de la revelación y de la creación de Dios. Él define lo bueno, lo verdadero y lo bello de su ser, y ellos son uno en Él .

Esto significa, que los cristianos creen la verdad radical de que nada bueno puede ser feo, que no hay nada falso que pueda ser bello, y que todo lo bello y verdadero es también bueno.

Intentar una separación de lo bueno, lo verdadero y lo bello es, por comprensión cristiana, a la vez imposible y contraproducente. Más allá, el intento de separarlos es pecado - un acto de desafío .

Por esta razón, la cosmovisión cristiana insiste en que la cara de un niño con síndrome de Down es infinitamente más hermosa que la  cara retocada de una modelo en la portada de una revista de moda. La modelo puede ser bonita, pero todo ser humano es hermoso, por la simple razón de ser hecho a imagen de Dios. Eso fundamenta, que la dignidad humana apunta al hecho de nuestra creación por un Dios amoroso y misericordioso, que nos hizo a su imagen, y reveló esta verdad en nuestra propia existencia y en nuestra capacidad de conocerlo. Él reveló esta verdad de manera explícita en la Sagrada Escritura, y esto significa que cada ser humano, en cada etapa de desarrollo, posee plena dignidad humana.

La corrupción del don (regalo) del sexo, es un asalto a la dignidad humana que es el don del Creador. El intento de declarar la belleza a expensas de la bondad y la verdad, está en el mismo centro del problema de la pornografía. Ahora, vivimos en una sociedad donde se pierde rápidamente, incluso el sentimiento de vergüenza sobre las obsesiones pornográficas.

Las ventas explosivas de la serie de libros “Fifty Shades”, ha alertado a muchos cristianos a la realidad de la pornografía orientada hacia la mujer. Mientras que la atención había sido dedicada mayormente a la naturaleza visual de la pornografía de orientación masculina, el fenómeno de “Fifty Shades” destacó la incorporación de la perspectiva pública de pornografía narrativa en un libro, al encontrar un público principal entre las mujeres.

Mientras que muchos habían observado la atracción de las tan populares llamadas "novelas románticas" en muchas mujeres, la llegada de la serie “Fifty Shades”,  anunció que la cultura en general estaba lista para pasar a lo que sólo puede ser descrito como pornografía explícita. Por otra parte, la trama de la serie, ahora bien conocida en la sociedad en general, está dedicada a las formas de sexualidad que históricamente habían sido definidas como perversas y abusivas.

La pérdida del sentido de la vergüenza no sólo se documenta en las ventas sin precedentes de la serie en forma de libro, sino también en la gran celebración comercial del estreno de la película.

Una cultura que está decidida a reducir toda la moralidad sexual a la cuestión del consentimiento del adulto, ya está lista para comer palomitas de maíz mientras ve la corrupción del don del sexo y, en efecto, la concesión de la aprobación de la visión de la sexualidad que es la misma esencia de la película.

La siguiente etapa en la evolución de la pornografía, combina en una forma sin precedentes, la pornografía visual machista con la pornografía narrativa orientada a la comunidad femenina. La película está siendo comercializada en el Día de San Valentín como una aventura para parejas - algo ofrecido para ambos: hombres y  mujeres.

Ese algo es una mentira. El difunto senador Daniel Patrick Moynihan hablaba de nuestra tendencia de "definir nuestra conducta desviada hacia abajo”.  Esa es una de las marcas de nuestra época. La película “Fifty Shades" no se define legalmente como obscena o pornográfica. En nuestra era, casi nada lo es. Pero bíblicamente hablando, no puede haber ninguna duda sobre el hecho de que el fenómeno de “Fifty Shades" es explícitamente pornográfico - definido en el Nuevo Testamento de la palabra griega porneia - que se refiere directamente a cualquier impulso o acto sexual ilícito. La pornografía, cualquiera que sea su forma, pretende producir ese impulso sexual ilícito.

Ir a ver “Fifty Shades of Grey", o leer la serie de libros, es un ejercicio de intención pornográfica. También es un acto de desafío contra la bondad del don del sexo, como fue concedida a la humanidad por Dios. Además, la serie es un asalto a la dignidad de cada ser humano.

La pérdida de la vergüenza en la sociedad moderna, es defendido como un signo de progreso cultural en muchos círculos, y como un paso adelante en la salud mental por muchos terapeutas. Más que cualquier otra cosa, sin embargo, apunta a la profundidad de la confusión que inevitablemente acompaña a la corrupción de los dones de Dios.

El cristianismo celebra la unidad de lo bueno, lo bello y lo verdadero en Dios mismo. En obediencia, debemos tratar de unificar lo verdadero y lo bello y lo bueno en nuestros corazones y mentes, y en nuestros cuerpos.

Los cristianos sabemos que lo bueno, lo verdadero y lo bello son uno y permanecerán unidos. Que lo que Dios ha unido, nadie lo rompa en pedazos. 



http://www.albertmohler.com/2015/02/13/fifty-shades-of-shame-the-evolution-of-pornography/